Seguro te estás preguntando cómo conocerte mejor a ti mismo. Hay muchas técnicas y formas de hacerlo, pero en este artículo nos vamos a centrar en un solo punto esencial para conocernos a cada instante de nuestra vida. Si llegaste hasta aquí, es que tu chispa está encendida, entiendes que el proceso de conocerte a ti mismo es hermoso e infinito. Seguro que lo que te voy a compartir, va a aportar a tu proceso.
La mejor forma de conocerte a ti mismo
La mejor forma de conocerte a ti mismo es desarrollando tu sensibilidad. Si no sabes cómo hacerlo puedes ir a este link.
La sensibilidad te permitirá vivir cada momento con profundidad, aprovechando la experiencia de vida para saber más de ti mismo y conocer de qué estás hecho. Conocerte a ti mismo no será nunca un proceso racional o de lectura de libros o teorías complejas. Vendrá de experimentar la vida misma y para eso necesitamos de nuestra sensibilidad. Necesitamos tener la apertura de escuchar, de emocionarnos, de enojarnos, de frustrarnos y dejar que eso nos atraviese.
La capacidad de ser sensibles es inherente a todo ser humano. Conectar con nuestras emociones y sentimientos, permitirá que sepamos hacia dónde queremos ir, cómo nos relacionamos con las personas, con quién y qué cosas aprendimos del pasado y aplicaremos en el futuro.
La sensibilidad permitirá que cuestiones tu vida de una forma sana y profunda. Recuerda que conectarse con uno mismo y cuestionar la vida siempre es positivo. Es de dónde más podemos aprender.
Cuestionarse es positivo
Preguntarnos a nosotros mismos cuestiones cómo el sentido de mi vida, mi propósito o quién soy y de qué estoy hecho, siempre suma a nuestro autoconocimiento. No estamos hablando de ir por la vida pisando sobre arenas movedizas o cuestionar cada cosa que hacemos, sino más bien, poder reflexionar, ir hacia adentro y volver hacia lo profundo.
Cuestionar significa poner a prueba, significa recuperar tu libertad. A veces, vivimos mucho tiempo en modo automático, sin plantearnos si somos felices o estamos satisfechos con nuestra vida, rutina, trabajo y relaciones. Por eso el cuestionarnos puede aportar a empezar a mover los libros de lugar, los muebles, reacomodar la casa o mejor dicho, la consciencia. Este es uno de los grandes beneficios que trae nuestra sensibilidad, el poder generar esa revolución interna desde adentro.
El beneficio de ser sensible
El beneficio primordial es el de estar presente a cada momento. Poder conectar con lo que está sucediendo aquí y ahora, permitirá que entiendas un poco más de la situación en la que estás, aceptándola tal cual es. A partir de ahí, solo en ese momento, podrás hacer algo al respecto para cambiarla.
Es por esto que ser sensible trae muchos beneficios, pero el principal es el de estar presentes, no evadiendo lo que nos está sucediendo en este preciso instante.
Al estar presentes podemos:
- Conectarnos con nosotros mismos
- Reducir síntomas de estrés y ansiedad
- Tener conversaciones más profundas
- Mejorar nuestro tiempo de productividad
- Entender mejor las situaciones y problemas de la vida
- Conectar con nuestro propósito
Si te estás preguntando cómo estar en el presente, te dejo este link al artículo para lograrlo.
El problema de ser insensible
El problema de no sentir es que estamos negados, ciegos ante lo que está pasando dentro nuestro, en nuestro inconsciente más profundo. Si no sabemos qué sucede, entonces no podemos hacer nada para cambiar nuestra vida.
Muchas personas piensan que no sentir es mejor, porque no sufren tanto. Pero en verdad una emoción dura en promedio 90 segundos, no más. En cambio, el sufrimiento de estar paralizado en la vida, sin saber qué nos pasa, puede durar para siempre.
Reflexión final
Te invito a que conectes con tu sensibilidad, que puedas permitirte ser más vulnerable, abierto a experimentar y así, lograr entrar en el camino del autoconocimiento profundo que siempre lleva a una mejor calidad de vida. Conocernos es evitar enfermedades, es tener mejores vínculos, es dejar de ser víctimas y recuperar el control de nuestra vida.